Este soneto lo escribí cuando estaba embarazada de mi hija, en los primeros meses, cuando apenas comenzaba a sentirla dentro de mí. Si ya te amaba antes de que fueras, y de que Dios soplase tu latido. Si deseaba en mi vientre hacerme nido, ver en mi piel tu piel y que crecieras. Si ya te amaba así, desconocido, ahora que tus huellas son certeras, ahora que te siento ya de veras, sangre con sangre, y de latir sentido, ahora que en mis venas te enmarañas, y eres tú justo aquí, dentro, conmigo, haciéndome sentir cosas extrañas. Ahora eres locura en el ombligo. Eres polvo de sol en mis entrañas, y en nombre del Amor, yo te bendigo.