Estamos en Priego
Estamos en Priego, un pueblo bastante coqueto situado en las puertas de la Serranía de Cuenca, y pegado a la comarca de la Alcarria. Siempre he sido una enamorada de los paisajes de serranos, y concretamente esta comarca de Cuenca me parece un lugar para volver una y otra vez, aunque sólo sea para llenarse los ojos de colores, respirar un poco de paz a través de su aire frío, y lo más importante, abandonar la rutina en un entorno ideal para la desconexión. Cuenca es única, dice el eslogan. Y yo añadiría, si un paisaje puede enamorarte, probablemente éste lo hará. Siempre he pensado que la mejor estación para visitar esta zona es el otoño. En esta época el paisaje se tiñe de colores castaños, ocres, que contrastan con el eterno verde de los pinos y el gris azulado de las rocas kársticas. En otoño, las hoces de los ríos se cubren con una niebla misteriosa, romántica incluso. Y si el cielo consigue un tono plateado, parece que el paisaje brilla más, que las hojas de los chopos crujen má