Domingo de Pascua: hoy un poquito de Gospel
Hubo una época en la que me habría encantado participar en un coro de música gospel. La verdad es que tiene que ser muy desestresante y liberador. Si cantar libera endorfinas, cantar así tiene que ser una auténtica sobredosis. A veces me da por pensar que, en esta sociedad tan "civilizada" nos perdemos el efecto sanador de cantar una buena canción a grito pelado. Que si canto faltal... Que si molesto a los vecinos... Que si éste o aquel ponen caras raras... Envidia cochina, que os lo digo yo. Que se mueren de ganas pero les falta valor para hacer lo mismo. Les falta chispa, empuje... Y les sobran complejos. Hoy, mañana y siempre CANTAD que no va a llover, pero si llueve, tampoco es tan grave...