Si eres madre, probablemente ya tendrás asumido que vas a estar permanentemente en el punto de mira. Que todo el mundo opinará sobre tus decisiones, y todo tu entorno sabrá constantemente lo que tienes que hacer en cada situación mucho mejor que tú. Si además, eres una de esas madres temerarias que decidieron seguir sus instintos más íntimos y criar de esa manera que se conoce como con apego, sabrás además que tendrás que pasarte la vida dando explicaciones, excusando tus decisiones y que vas a tener que leer mucho, porque no, no te lo van a poner nada fácil. También sabes,que esa trampa que llaman conciliación , es un perverso malabarismo. Que los puentes para compatibilizar las distintas facetas de tu vida están construidos sobre unos cimientos más bien frágiles. Y no, no serán precisamente las mujeres quienes vayan a solidarizarse con tu causa. Pero eres fuerte, has leído, has reforzado tus decisiones lo suficiente como para ser coherente con ellas sin miedo al qué dirá...