UNA NOCHE PERFECTA
UNA NOCHE PERFECTA Frente al espejo, coquetea con su reflejo mientras se pinta los labios de un rojo intenso. No quiere usar demasiado maquillaje. El justo para iluminarse el rostro. Hace meses que no se arregla tanto, pero esta noche quiere estar perfecta, hacer que él pierda la cabeza cuando la mire. Antes de salir se calza los zapatos de tacón negros. Al ponerse el zapato derecho, de pie junto a la puerta del dormitorio, desliza sus manos por la pierna para colocarse bien la media. Después hace el mismo gesto con el lado izquierdo. Se mira en la luna del armario, el vestido le queda estupendo, nadie diría que ha sido madre dos veces. Ya en el ascensor, vuelve a contemplarse en el espejo, se atusa el pelo, se acerca para mirarse bien el maquillaje, se tira del vestido y lo coloca en su sitio, perfecta, ahora sí que está perfecta. Un momento, el anillo. En su mano derecha la alianza brilla con un suave destello, como queriendo advertirle de que no debería estar ahí. Justo antes...