Macarena: Ejercicio sobre el realismo mágico
Un 6 de marzo de hace 78 años nacía Gabriel García Marquez. Y me ha venido a la memoria un ejercicio que hicimos hace un tiempo en el Club de Escritura La Biblioteca, en el que se trataba de imitar el estilo del realismo mágico. Este fue mi intento, Macarena. Un personaje al que prometo, algún día, escribirle una historia un poquito más larga. MACARENA Macarena del Pino procedía de una larga estirpe de brujas. Curandera con plantas y ungüentos, adivinadora de pasados y futuros, agorera, celestina y hasta consejera en matrimonios envenenados, Macarena conocía palmo a palmo los entresijos de cada casa de la aldea. Lo mismo preparaba un amarre con la menstruación de alguna muchacha inquieta de amores no correspondidos, que auguraba en los posos del café los éxitos y fracasos de algún negocio. Igual cosía muñecas horrorosas con las que complicar la vida a algún enemigo atravesado, que fabricaba amuletos contra el “mal de ojo” o contra las enfermedades venéreas. Macarena del Pino