Entradas

Mostrando entradas de marzo, 2011

Pensamientos desordenados

Las que ganan nunca abandonan, las que abandonan nunca ganan Ése es uno de los rótulos que hay colgados en la pared del gimnasio al que voy (cuando puedo, todo hay que decirlo)  Es un gimnasio para mujeres, del ahí que el mensaje esté escrito en género femenino. Pero la frase es completamente válida para todo el mundo y para todos los escollos de la vida. En unos tiempos en los que tengo la sensación de que mi barco hace aguas por muchos frentes, de que no llego a nada y que todo se me queda a medias, necesito acuñarme esta frase como máxima personal, y seguir luchando día a día por mantenerme a flote. Cuando estoy en el trabajo tengo la sensación de que debo dedicarle más esfuerzo. Cuando llego a casa me siento culpable por el poco tiempo que paso con los míos. Los amigos se han convertido en artículo de lujo a los que apenas les dedico momentos testimoniales. Tengo un buen puñado de proyectos a medias que no sé ni en qué momento hincarles el diente. Y eso por no hablar de l

Flores

Imagen
Creo que es evidente que me gustan las flores, sobre todo si son naturales, y mucho más si no están arrancadas. No sé si sabéis que las flores tienen un lenguaje. Dependiendo del color, del tipo de flor o de que estén más o menos abiertas, se pueden transmitir mensajes muy diferentes a la persona destinataria. Por eso hoy quiero regalar a los que estáis ahí, "al otro lado del clic" esta rosa de color "idem" que simboliza mi agradecimiento por acompañarme y por hacerme sonreir. Tanto a los que comentáis como a los que leéis en silencio, y parafraseando a Lina Morgan: GRACIAS POR VENIR. Y ahora, una pregunta para vosotros ¿cuando fue la última vez que os regalaron alguna flor? ¿qué flor fue? Si os apetece aquí podéis encontrar información sobre su significado. Y abajo, pinchando en la foto de las margaritas, accederéis a otra página que me encanta sobre sus características y cuidados, consejos, etc. A mí la última que me regalaron fue una orquídea (seducción, s

Hasta siempre "gata"

Imagen
Parecía que una mirada así no se apagaría jamás Para mí, la gata de Hollywood, la mujer eternamente enamorada del amor, de vida algo caótica como mandan los cánones del mito, elegante, con una imagen que combinaba estupendamente sensualidad con candidez. La enigmática Liz, se marchó, como Paul, a trepar por otros tejados, tal vez, no tan calientes.

La primavera ha llegado a mi balcón

Imagen
De más cerca a más lejos, un almendro, un manzano y un olivo. El almendro y el manzano los plantamos a partir de frutos hace tres y siete años respectivamente. Y sus primeras hojas son el mejor indicativo de que el invierno está llegando a su fin. Es primavera, primeros brotes verdes en mi terraza

Francisca Gata y la felina que escribe

El pasado verano me reconcilié con la poesía gracias a un libro de Francisca Gata Amate (El felino dormido) que andaba por casa esperando a que llegara mi momento para descubrirlo. Hay épocas en las que solo apetece leer poesía, y en agosto el cuerpo me pedía versos como si fuesen agua. Poemas a la hora de la siesta, o en la playa, mezclados con arena y gaviotas. Así descubrí versos como éstos: Y entonces yo ya no era nadie, la aguja que me cosió a tu vida se quebró, no, no era nadie y a quien culpar, si desgajada, si toda consumida, si nadie yo y tú negando las pavesas. Nadie, ya ves. Yo no era nadie. Francisca Gata (El felino dormido) Y yo replicaba a mi modo De olvido es la lápida con la que escondes mis jirones de polvo. El pasado es niebla y en tus labios, otro sabor sonríe. Sólo fui una grieta, un error, un desastre. Lava fósil de un volcán dormido en mitad del silencio. . Derramándome entre los huecos quebrados de tus palabras. (Yo que te soñé tanto, y hoy no soy ni

Un último uso (relato)

UN ÚLTIMO USO Todo comenzó de manera casual, casi sin darse cuenta y fue con un frasco de colonia. Todos sabemos lo que ocurre con estos aerosoles modernos, que se empeñan en dejarse las últimas gotas dentro del bote. Y como ella siempre fue una mujer ahorrativa, y le molestaba tirar las cosas sin haberlas aprovechado lo suficiente, siguió guardando el frasco antiguo, que además tenía un diseño original, dentro del armario. Aun después de haber comprado uno nuevo, y haber empezado a usarlo a diario, de vez en cuando apretaba, y si lograba darle la inclinación correcta, siempre conseguía que saliera algo más de líquido, así que volvía a guardarlo de nuevo en el armario hasta una siguiente ocasión. Lo mismo le ocurría con el desodorante, que cuando lo agitaba siempre sonaba aprovechable, al menos por una vez más. Y como al fin y al cabo era delgado y tampoco estorbaba mucho, ahí se quedaba en la estantería apurando su vida útil. Lo siguiente fue el tubo de la pasta de dientes. De

Planeta Imaginario

Imagen
Pues sí Ana, ese era el programa infantil que nos traía cada lunes por la tarde la melodía de Debussy en la versión de Isao Tomita. Planeta Imaginario era un programa diferente, en donde se mezclaban los personajes de carne y hueso con marionetas, sombras, objetos animados... había malabaristas, cuentacuentos, mimos... Un espacio con un toque un tanto surrealista para una generación que tuvo mucha suerte con la televisión que le tocó en suerte. Aquí va otro de los imprescindibles de la época. Para mí Kiko Veneno siempre será Frankenstein, lo siento.

El guiño del día

Imaginad, son las ocho menos diez de la mañana, con el frío en negativos y la calle semidesierta. Camino medio encogida en dirección al trabajo, a mi derecha detecto la silueta de un trabajador de limpieza del ayuntamiento. La cara cubierta con un pasamontañas, la gorra bien calada, también encogido aunque algo menos, porque la actividad física le ayuda a calentarse. De repente, al pasar junto al funcionario, éste levanta la voz para decir: -¡Eh...! ¡Túuuuu! ¿Dónde te crees que vas? Yo acierto a mirar alrededor sin sacar el cuello del abrigo, pero no hay nadie más en la calle. Entonces giro la cabeza hacia el barrendero... Y evidentemente no era a mí a quien le hablaba. El hombre, encorvado y con la mirada en la calzada, recoge una hoja revoltosa que pretendía escaparse del montoncito que tenía tan bien recogido. Y me ha hecho sonreir.

El hechizo

S é, que si me concentro y pienso que estoy besando tus labios, tu lengua se removerá en la boca y la saliva estallará en deseo a pesar de la distancia. Sé, que si imagino cada uno de mis dedos en tu cuerpo, tiritarás sin causa aparente, y sin saber por qué me estarás deseando. Sé, que tengo el poder de conjurarte y sé, que así puedo tenerte cuando quiera. Y no habrá distancia, ni olvido posible. Ni habrá jamás nadie que pueda separarnos. Porque estoy en tu mente. Y la magia, y el poder de la hipnosis nos tienen encadenados.