In-Coherencia
Acababa de salir del trabajo con esa sensación de saturación que siempre me acompaña. Alcancé aquel paso de cebra con la misma atonía de costumbre, pero aquel día algo reclamó mi atención y me distrajo de la espiral de pensamientos negativos de rutina. Supongo que esa energía incontenible, o los esfuerzos de su padre por retenerlo al filo del bordillo. Ni siquiera levantaba un metro del suelo, y yo le calculé un par de años como mucho. Me enterneció la escena, posiblemente por las veces que yo misma la he protagonizado (no hace tanto, la verdad) -Ahora no podemos cruzar porque el muñequito está rojo ¿ves el muñequito? pues mientras esté rojo no podemos pasar. Hay que esperar a que se ponga verde. Frente a nuestros pies algunos coches circulaban tranquilos. No era hora de demasiado tráfico, así que pronto hubo un claro en la circulación. Y entonces ocurrió. Supongo que fue un acto reflejo, la fuerza de la costumbre, o tal vez algo de prisa o impaciencia, ...