El precio del silencio

Por razones en las que no voy a profundizar en este momento, llevo toda la tarde recordando aquel famoso poema de Martin Noemöller que todos hemos leído o escuchado alguna vez


Original
                Traducción
Als die Nazis die Kommunisten holten,
habe ich geschwiegen;
ich war ja kein Kommunist.

Als sie die Sozialdemokraten einsperrten,
habe ich geschwiegen;
ich war ja kein Sozialdemokrat.

Als sie die Gewerkschafter holten,
habe ich nicht protestiert;
ich war ja kein Gewerkschafter.

Als sie die Juden holten,
habe ich nicht protestiert;
ich war ja kein Jude.

Als sie mich holten,
gab es keinen mehr, der protestieren konnte.

 

 
  Cuando los nazis vinieron a llevarse a los comunistas,
guardé silencio,
porque yo no era comunista,

Cuando encarcelaron a los socialdemócratas,
guardé silencio,
porque yo no era socialdemócrata,

Cuando vinieron a buscar a los sindicalistas,
no protesté,
porque yo no era sindicalista,

Cuando vinieron a llevarse a los judíos,
no protesté,
porque yo no era judío,

Cuando vinieron a buscarme,
no había nadie más que pudiera protestar.

 
Al llegar a casa, he buscado el poema para recordarlo y compartirlo, y he encontrado este otro del poeta ruso Vladimir Mayakosky
 
La primera noche ellos se acercan y cogen una flor de nuestro jardín,
y no decimos nada.
La segunda noche ya no se esconden pisan las flores, matan nuestro perro
y no decimos nada.
Hasta que un día el más frágil de ellos entra sólo en nuestra casa,
nos roba la luna,
y conociendo nuestro miedo
nos arranca la voz de la garganta.
Y porque no dijimos nada
ya no podemos decir nada
 
¿Hasta cuando vamos a permanecer callados? ¿Cuál será el precio de nuestro silencio?
 
 
 
 

Comentarios

  1. Y tanto que sí...
    Lo que no hagamos ahora lo lamentaremos después. Siempre ha sido así.

    Un abrazo Paula

    ResponderEliminar
  2. Precisamente anoche en una serie de televisión comentaron una frase de Martin Luther King muy relacionada con este tema y que me dejó muy pensativo:
    "Cuando pase el tiempo no recordaremos los insultos de nuestros enemigos, sino el silencio de nuestros amigos"

    ResponderEliminar
  3. Talmente, Paula, talmente... Yo llevo tiempo en una náusea perpétua. Y ya no sé cómo entender tanto silencio.
    Un supersaludo

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Comenta, que algo queda

Entradas populares de este blog

Pequeños Misterios: Relato de Fan-Fiction

Junto a la hoguera

Crisis de Oruga en versión Kindle