Noches al fresco

En Albacete hay mucha tradición de parcela. No sé si el fenómeno está igual de extendido en otras zonas, pero aquí es habitual tener una casita -más o menos legalizada- con un terrenito anexo en las afueras de la ciudad. Suelen estar organizadas en urbanizaciones, algunas tienen incluso su asociación de vecinos, lo que hace el fenómeno más complejo, porque legalmente la mayoría de esas viviendas no están reconocidas (otras sí lo están y están recogidas en escritura pública incluso)
Aunque hay familias que viven durante todo el año en estas urbanizaciones, lo normal es que el éxodo se lleve a cabo en los meses de verano. Al estar a las afueras, el aire corre algo más fresco, y si además hay una piscina o una balsa para darse un remojón, pues mucho mejor.
Además, para los críos es una liberación el hecho de disponer de espacio para correr, jugar y andar en bicicleta.
Sentarse en el porche, a la sombra de la parra, leyendo un libro o simplemente conversando, disfrutar de una lluvia de estrellas o pasear por el campo, son placeres a los que uno debe concederles el lugar de honor que se merecen.
Otra razón más por la que me gusta tanto esta época del año.

Comentarios

  1. Disponer o construir una piscina en las afueras es una decisión significativa. Contar con los materiales adecuados es crucial para asegurar durabilidad y disfrute a largo plazo.

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