Visita al Colegio José Prat en la semana del libro

El próximo lunes 18 de abril acompañaré a los alumnos de 2º de Primaria del Colegio José Prat con motivo del día del libro. 
Sé que han leído alguno de mis poemas en clase, y tendré la oportunidad de responder a sus preguntas. También leeremos el cuento de Valentín, el calcetín travieso que se escapó del cesto de la lavadora y se fue a vivir aventuras por su cuenta.
Espero que lo disfruten casi tanto como lo disfrutaré yo.

VALENTÍN EL CALCETÍN

Valentín, el colorado
era un calcetín usado,
raído y desparejado,
que por jugar en el cesto,
se perdió mientras el resto
de ropa sucia se iba
derecha a la lavadora.
¿Y qué vas a hacer ahora?
Divertirme, por supuesto.

“Voy a vivir aventuras,
hacer muchas travesuras
y colarme en las ranuras
que hay detrás de aquel armario.
Y escribiré en mi diario
todas las andanzas locas
de un calcetín colorado
que quedó desparejado
y se convirtió en corsario.

Navegaré entre pelusas
como si fueran medusas,
conoceré los rincones
olvidados por la mopa.
Seré envidia de la ropa
de camisas, pantalones,
de zapatos y de blusas.

Valentín, el más valiente,
guapo, fuerte, inteligente.
Valentín, el calcetín
que admira toda la gente.”

Pasó tres días vagando,
haciendo amistades nuevas:
El botón de una chaqueta,
una cuerda de raqueta,
una pinza color verde
(esa que siempre se pierde)
una cera color lila,
una horquilla y una pila.

Todos estaban perdidos
y con cara de aburridos.
Valentín no comprendía
que no estuvieran contentos.
Sin embargo él sonreía
y ellos miraban atentos:

Mirad quien es, se decían

Valentín, el más valiente,
guapo, fuerte, inteligente.
Valentín, el calcetín
que envidia toda la gente.

Pero un día, de repente
ya cada vez más cansado,
Valentín el colorado
se fue sintiendo muy solo...
Estaba sucio, arrugado,
un poco deshilachado,
y empezaba a echar de menos
a su hermanito Bartolo.

“¡Qué hará el pobre sin pareja!
Si no me encuentra enseguida
ya no valdrá para nada.
Se quedará allí en la leja
de la ropa abandonada.
Y yo mientras por el suelo,
sin hacer nada importante.
Mirando a lo tonto el cielo
que es lo más interesante
que habrá por estos rincones.

De eso nada, que hay razones
para volverme a mi cesto
y darme una buena ducha
en la próxima colada.

Qué bien, volver a mi puesto
con mi hermano, que me escucha,
que se dobla bien conmigo,
y si tengo frío, me achucha.
Ese sí que es un amigo.
Teniéndole al lado mío,
no necesito más nada.”

Y así es como llegó al fin
la historia de Valentín,

el calcetín más valiente,
guapo, fuerte, inteligente.
Valentín, el calcetín
que quiere toda la gente.



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