El eterno Aute
La semana pasada se entregaron los premios Barcarola de poesía y relato, y al acto asistió como invitado Luis Eduardo Aute.
Recitó y cantó, como todos esperábamos. Y de paso, nos dejó claro que hay dos cosas en Aute que siempre serán eternas. La primera es el filo de su lengua. La segunda la calidez de su voz.
Con sus poemigas nos hizo reír a ratos, reflexionar un poco, empatizar, sentir, condolernos, admirarnos...
Con la simple ayuda de su guitarra, y en apenas tres canciones, nos hizo emocionarnos.
El acto fue una sorpresa agradable además, por la espontaneidad y frescura del joven ganador del premio de relato, Rafael Martín, lo que me hizo reconciliarme con este premio sobre el que, por qué no decirlo, en algún momento ha flotado alguna que otra duda razonable.
El premio de poesía fue a parar a manos del poeta de Iniesta Rafael Talavera, y por lo poco que pudimos escuchar de su propia voz, parece que será un libro que merezca la pena tener entre las manos.
Recitó y cantó, como todos esperábamos. Y de paso, nos dejó claro que hay dos cosas en Aute que siempre serán eternas. La primera es el filo de su lengua. La segunda la calidez de su voz.
Con sus poemigas nos hizo reír a ratos, reflexionar un poco, empatizar, sentir, condolernos, admirarnos...
Con la simple ayuda de su guitarra, y en apenas tres canciones, nos hizo emocionarnos.
El acto fue una sorpresa agradable además, por la espontaneidad y frescura del joven ganador del premio de relato, Rafael Martín, lo que me hizo reconciliarme con este premio sobre el que, por qué no decirlo, en algún momento ha flotado alguna que otra duda razonable.
El premio de poesía fue a parar a manos del poeta de Iniesta Rafael Talavera, y por lo poco que pudimos escuchar de su propia voz, parece que será un libro que merezca la pena tener entre las manos.
Coincido con todo lo que dices, Paula, la verdad es que fue un rato más que agradable, de esos que se agradecen, tal y como están las cosas.
ResponderEliminarUn abrazo
Gracia